domingo, 13 de enero de 2013

Origen de los aborígenes

El verdadero origen de los primeros pobladores de las islas sigue siendo un misterio. Estás islas han sido conquistadas y han sido fruto de interés de muchos reinos pero cuando estos llegaron ya habitaban allí personas y todos se preguntan quienes eran. Historiadores y curiosos de todos los tiempos han acudido a la Biblia, a escritos de la Antigua Roma y todo tipo de leyendas para encontrar una solución a este enigma. Pero ninguna hipótesis resulta totalmente convincente. La mayoría de los arqueólogos, sin embargo, se inclinan por que los primeros pobladores de las islas llegaran a mediados del primer milenio antes de nuestra era, procedentes de la cercana África. Además, tampoco se ha llegado a descubrir quien fue realmente quien descubrió a los aborígenes canarios aunque una de las posibilidades es que fueran los portugueses o españoles cuando se lanzaron a conquistar todos lo que pudieran para tener más poder ya que en esa época eran los mayores imperios.
 
La teoría más acertada es que los aborígenes procedan del norte de África. Puede que un grupo bereber (población del norte de África) hubiera descubierto la navegación pues estaban más avanzados y se hubieran trasladado a estas islas no solo por gustó si no por el progresivo proceso de desertización y por la desecación del Sahara o porque pretendieron encontrar en ellas los medios de vida y sustento que no hallaban en su lugar de origen. Probablemente, el poblamiento de las Islas se realizaría en diferentes oleadas migratorias, aportando cada una de ellas grupos de pobladores que, con un mismo origen, conformarían diferentes estratos culturales. Sin embargo, lo que falla en esta hipótesis es que como es posible que viviendo en unas islas hubieran olvidado el arte de la navegación. Se dice que esto es porque las islas estaban muy aisladas del resto de la población y entraron en decadencia.
 
 
Sin embargo existen muchas más teorías como que estas personas habían sido transladadas aquí como un castigo y dejados a su suerte porque hicieran algo contra su rey o emperador o bien porque hicieron algo en contra de la ley, por ejemplo cuando había alguna invasión y ciertos pueblos se resistían. Esto explicaría que no supieran navegar pero nada está claro. 

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