Simbología aborígen: Pintaderas

En la imagen que se encuentra al principio de nuestro blog, podemos ver distintos símbolos dibujados en la pared de una cueva, concretamente "La Cueva Pitada de Gáldar".

Pintadera es el nombre dado en Canarias a los sellos elaborados por los aborígenes, preferentemente en barro cocido aunque se pueden encontrar también en madera. Su tamaño es variable, sus dimensiones oscilan entre los 2 y los 12 cm. Generalmente, tienen formas geométricas: triángulos, círculos, cuadrados, rectángulo..., y a su vez, una cara plana decorada con motivos geométricos impresos. Los motivos decorativos de estas piezas son similares a los que aparecen en la decoración de determinados vasos cerámicos o a los encontrados en las paredes interiores de ciertas cuevas. Las pintaderas sueles estar provistas de un mango por la parte de atrás que a veces estar perforado o no por un agujero de suspensión.

No se sabe muy bien para que se utilizaban pero hay varias hipótesis al respecto. Una de ellas dice que las utilizaban para decorarse el cuerpo, untaban las pintaderas en tintes naturales y después se pintaban. Y por otro lado se cree que las utilizaban en los graneros colectivos, cada familia tenía su sello, y así sabían a quien pertenecía el grano.

El origen de las pintaderas es complejo y no hay ninguno definido, ya que se pueden establecer comparaciones desde la Europa Mediterránea e incluso compararlas con las pintaderas del México prehispánico, aunque una cosa esta clara cada una de ellas es una pieza única, joyas del pasado prehispánico.

La mayoría de las pintaderas que se han encontrado, han sido en la isla de Gran Canaria y se encuentran actualmente en el Mueso Canario, en la capital de la isla. También en la isla de Tenerife se han encontrado pintaderas y piedras con inscripciones como la Piedra Zanata y la Piedra de Anaga. En la actualidad, las pintaderas son uno de los elementos más singulares y populares de la arqueología canaria, auténticos símbolos de la cultura aborigen que aún siendo localizados únicamente en yacimientos de Gran Canaria, han terminado por ser adoptados como seña de identidad de todo el archipiélago.